Acabemos con esto de una vez.
Voy por la calle y de pronto me doy cuenta de que no tengo ni la menor idea de a dónde voy; ¿pero qué pasa? madre mía, me he vuelto a evadir, he vuelto a perderme una vez más.
Me he pasado la calle, la manzana, la ciudad. Me he pasado todo. Joder, ahora a dar la vuelta.
Anda que.... ¿por qué siempre igual? ya no quiero dar más la vuelta, así que por esta vez me voy a quedar aquí, a ver qué me ofrece este sitio.
Y bueno, los desconocidos realmente son eso, personas que se cruzan contigo y que no tienes ni la más remota idea de quién son, pero ¿qué importa?. Oh, cuánto me gusta cruzarme con desconocidos. A veces tengo la sensación de que esas personas son las únicas con las que quiero hablar, que son las únicas que pueden entender aunque sea por un segundo lo que digo, ¿un segundo? sí, después se habrán olvidado. No importa, eso es lo que quiero, no tener que estar una y otra vez recordando lo que dije en el minuto 1 del día 2 del mes 3 del año 4. Imposible. Qué catástrofe.
Así es más fácil.
Creo que mi lavadora mental necesita joderse.
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